En un mundo donde la producción y distribución de alimentos es cada vez más global, el fraude alimentario se ha convertido en una preocupación creciente. No es el primer artículo de este blog donde exploramos aspectos de Food Fraud, pero en esta ocasión te interesa bastante: vamos a brindarte fuentes de información muy útiles que tienes que tener en tu radar.
El fraude alimentario, un problema globalizado
El Food Fraud, o fraude alimentario, se refiere a la manipulación intencional de los alimentos con el objetivo de obtener ganancias económicas ilegítimas. Este problema es realmente serio por diversos motivos:
- Pone en riesgo la salud de los consumidores.
- Afecta la economía y la confianza en la industria alimentaria.
- E incluso da cartas a nuevos actores del sistema (como las RRSS) para desprestigiar el trabajo de la industria.
Afortunadamente, existen recursos y organizaciones a nivel mundial que se encargan de identificar y prevenir el fraude alimentario. Estas fuentes de información son fundamentales para que los consumidores estén informados (o lo deberían ser, si logramos que los consumidores sean conscientes de que existen).
Pero también son una oportunidad para ti, que estás involucrado dentro de este sector alimentario, para incluir fuentes fiables y de confianza que te permitan estar al tanto de lo que ocurre y te otorguen casos de estudio a partir de los que reflexionar e implementar mejoras en tu plan de Food Fraud.
La principal fuente frente al food fraud: RASFF
Una de las principales fuentes de información en Europa es el RASFF, siglas en inglés para Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos. El RASFF es un sistema de la Unión Europea que tiene como objetivo garantizar la protección de la salud pública mediante la detección y gestión de riesgos emergentes en alimentos y piensos.
A través de este sistema, se comparten alertas alimentarias entre los países miembros, lo que permite identificar rápidamente productos que pueden representar un riesgo para los consumidores.
Seguro que lo conocías, pero lo que no sabemos es si le estabas sacando todo el potencial que te ofrece. Hablamos de una gigante base de datos donde tienes alertar por fraude alimentario a tu disposición clasificadas por países, tipo de producto, tipo de riesgo… ¿Nos sigues? Como tarea práctica, tienes que observar qué tipos de fraude están afectando a productos similares al tuyo.
Desde Estados Unidos, aprovéchate de la FDA para el fraude alimentario
En Estados Unidos, la Food and Drug Administration (FDA) es la agencia responsable de proteger y promover la salud pública mediante la regulación de la seguridad alimentaria. La conocías, ¿verdad? Es una de las agencias más potentes actualmente.
La FDA también se ocupa de investigar casos de fraude alimentario y emitir alertas alimentarias cuando sea necesario. Su sitio web es una excelente fuente de información, ya que proporciona recursos sobre cómo evitar el fraude alimentario y cómo reportar casos sospechosos.
Sin olvidar la Serious Food Fraud Office desde Reino Unido
En el Reino Unido, la Serious Food Fraud Office es la agencia encargada de combatir el fraude alimentario. Esta oficina se enfoca en investigar y enjuiciar casos de fraude alimentario, lo que incluye la falsificación de alimentos, la adulteración y la venta de alimentos no aptos para el consumo.
La Serious Food Fraud Office también proporciona información y recursos para ayudar a los consumidores a evitar el fraude alimentario. ¿Tenías constancia de esta fuente de información? Tal vez menos conocida que las dos anteriores, sí. Tiene jurisdicción en Inglaterra, Gales e Irlanda del norte y está especializada en Fraude grave o complejo, delitos comerciales, fraude que abarca múltiples jurisdicciones de nivel inferior y anti-corrupción.
Ejemplos prácticos de estos recursos frente al fraude alimentario
Para comprender mejor el alcance del fraude alimentario, es útil examinar algunos ejemplos de alertas alimentarias emitidas por estas fuentes de información.
En el caso del RASFF, se han reportado alertas sobre productos como la leche contaminada con sustancias tóxicas, el aceite de oliva adulterado con aceites más baratos y la carne de caballo vendida como carne de ternera.
Para Estados Unidos, la FDA ha emitido alertas sobre la presencia de salmonela en productos como los huevos y las frutas frescas, así como sobre la contaminación bacteriana en productos lácteos.
Y en el Reino Unido, la Serious Food Fraud Office ha investigado casos de fraude alimentario relacionados con la venta de pescado etiquetado incorrectamente, la falsificación de vinos y la producción de alimentos falsos.
Hace poco, te hablamos en este blog sobre la evolución del fraude alimentario y nuevas tendencias, entre los que vimos algunos casos destacados de la última década. Echa un vistazo a ese artículo haciendo clic aquí.
El fraude alimentario es un grave problema que controlar
La salud de los consumidores puede estar en peligro, si no tenemos la seguridad ante el fraude. Además de la reputación de tu empresa alimentaria.
Por fortuna, tienes a tu alcance recursos y organizaciones a nivel mundial que se dedican a identificar y prevenir el fraude alimentario. El RASFF, la FDA y la Serious Food Fraud Office son algunos ejemplos de fuentes de información que te hemos querido facilitar en este artículo.